sábado, 7 de mayo de 2011

Asistencia semana del 2 al 6 de Mayo

Esta semana hemos asistido todos los componentes del grupo

Índice de inclusión

En la segunda parte de este cuatrimestre, hemos visto en clase todo lo relacionado con el índice de inclusión a través de diversas prácticas, siendo la última realizada grupalmente la que nos ha servido para poner en práctica todos los conocimientos adquiridos.


Mediante el índice de inclusión, lo que buscamos es intentar eliminar las barreras existentes que nos podemos encontrar en un futuro a la hora de ejercer nuestra futura profesión. Hoy en día, nadie puede garantizar que en una clase no te encuentres con algún alumno que pueda presentar cualquier síntoma que dificulte su adaptación a la clase o su proceso de aprendizaje respecto a los demás. En la actualidad, a la escuela no se la ve como un lugar que ha de servir como modelo integrador de las personas, lo cual choca con el modelo ideal que debería instaurarse para que ésta fuese a mejor.

A través de una base centrada en el índice de inclusión, los maestros han de ser capaces de derribar las barreras para así intentar conseguir una “integración plena” de sus alumnos tanto en el aprendizaje como en las relaciones entre compañeros, ya sea por motivos psicológicos, familiares, económicos o sociales. Esto debe estar presente en los principios de cualquier escuela pública o privada para lograr en sus alumnos, a parte de los conocimientos teóricos de las distintas asignaturas, diversas actitudes para eliminar posibles prejuicios hacia otras personas, aunque por desgracia no sea vea reflejado en la práctica en muchas ocasiones.


El fin que tiene el índice de inclusión es el de ofrecer a cualquier centro diversos modelos o ideas para mejorar el rendimiento de sus alumnos y a la vez eliminar las barreras anteriormente descritas, teniendo siempre en cuenta las características de cada centro. Para que todo esto pueda llevarse a buen puerto y así conseguir dar un gran paso adelante en la educación, todo, y repito, TODO lo que integra cada centro educativo (junta directiva, profesorado, asociación de padres y madres, empleados, etc.) consigan ir bajo un mismo modelo con el que poder avanzar en la calidad educativa hoy en día.


Aunque pueda parecer utópico esto último, si todos los objetivos que abarca el índice de inclusión son para el beneficio de las próximas generaciones tanto para dentro como para fuera de la escuela (esto último acompañado de una correcta educación por parte de los padres), todos los afectados en esta toma de decisiones deberían poner de su parte para alcanzar el objetivo, debiendo “eliminar” de las tomas de decisiones lo antes posible a aquellas personas que no tuviesen una implicación íntegra, para así intentar poner en funcionamiento lo antes posible el índice de inclusión.

jueves, 5 de mayo de 2011

ÍNDICE DE INCLUSIÓN GRUPAL

Introduce la historia con tus palabras

En este texto se cuenta la historia de un niño llamado Jorge, que tiene Síndrome de Down. La historia la cuenta un amigo de sus padres, que coincide con Jorge y sus padres durante una excursión de fin de semana. Nos dice que Jorge a pesar de su enfermedad, es un niño normal que muestra interés por aprender cosas nuevas y que de no ser por su enfermedad, seguramente no se hubiera interesado especialmente por ese caso. El autor del texto nos cuenta que, tras preguntar a los padres sobre el colegio al que iba Jorge, tras llevar durante 4 años a Jorge a un centro ordinario de “integración”, habían decidido llevarle a un centro de educación especial. Los padres cuentan que durante esos 4 años que estuvo en ese colegio, no veían progresar a su hijo y por eso decidieron cambiarle a un centro de educación especial, en donde veían que su hijo se encontraba más contento y progresaba.

Barreras que limitan una escuela para todos y con todos

La primera barrera superar la visión o perspectiva individual de la educación, y adoptar una perspectiva social que nos haga concentrarnos en actitudes, hechos, procesos y decisiones que afectan a las políticas y a las prácticas educativas. Estos hechos, procesos y decisiones que el profesorado aplica rutinariamente, deben cambiarse y sustituirlas por otras que propicien una educación para todos y con todos.
Otra de las barreras existentes, es la distancia que existe entre el conocimiento que los docentes tienen acerca de todo el tema y la capacidad para ponerlo en práctica. No es un problema de falta de conocimientos o recursos pedagógicos, sino de cómo aplicar todos esos conocimientos en la práctica del día a día. Todos los que estamos inmersos en este campo de la educación, debemos incrementar tanto el gasto como el esfuerzo en investigaciones que nos permitan ser capaces de crear una escuela para todos y con todos.
En resumen podemos considerar que las barreras del aprendizaje, aparecen de la interacción entre los estudiantes y sus contextos; la gente, las políticas, las instituciones, las culturas y las circunstancias sociales y económicas que afectan a sus vidas.

¿Cómo puedes conseguir ese cambio hacia una educación para todos?

El cambio debe llevarse a cabo desde todos los ámbitos de la sociedad. Lo primero, sería promover políticas que obligaran a las escuelas a esforzarse lo máximo posible para llevar a cabo ese cambio. Está claro que se poseen los conocimientos pedagógicos necesarios para intentar realizar ese cambio, pero es necesario un esfuerzo por parte de todos para llevar a la práctica todos esos conocimientos e investigaciones realizadas.
Uno de los puntos que más posibilitaría ese cambio, es el incremento de personal docente en las aulas. Disponer de personal especializado en las aulas, que ayuden tanto a los docentes como a los propios alumnos denominados “normales”, a entenderse mejor con aquellos niños que puedan tener problemas, disfunciones…etc. Resulta necesario dotar a todos a los alumnos de los medios y posibilidades adecuados para favorecer su aprendizaje. Por ejemplo en el caso de los niños sordos, tener un intérprete de la lengua de signos para favorecer así su entendimiento con sus iguales y los profesores, así como para favorecer su aprendizaje.

¿Por qué es necesario un cambio cultural?

Porque ha de haber un modelo de escuela para todos; si con el paso de los años la escuela siguiese siendo íntegramente formada por alumnos españoles, la mentalidad de las nuevas generaciones podría llegar a ser muy “cerrada” respecto al poder nutrirse de nuevas culturas. Si se lograse un cambio cultural, podríamos eliminar los posibles prejuicios existentes durante las últimas décadas, ya que la tendencia de nuestra sociedad en los últimos años, es la de ir hacia una sociedad sin fronteras y cada vez más intercultural.
El hecho de que en los últimos años haya ido siendo mayor (sin necesidad de que tenga que haber un porcentaje mayoritario de extranjeros respecto a españoles) el porcentaje de alumnos extranjeros en la escuela, ha ido permitiendo el enriquecimiento cultural de los niños, permitiendo así un mayor conocimiento de distintos países y permitiendo incluso que los niños puedan llegar a aprender alguna parte de idiomas que no se enseñan en la escuela.
Con esto, se conseguiría que con el paso de los años se lograse crear un modelo de escuela para todos en buena parte de los centros educativos españoles.

Dimensiones, indicadores y preguntas DIMENSIÓN C Desarrollar PRÁCTICAS inclusivas

C.1 Orquestar el proceso de aprendizaje
INDICADOR C.1.7. La disciplina en el aula se basa en el respeto mutuo.



i. ¿El propio enfoque de la disciplina motiva la auto-disciplina?


En nuestra opinión, y basándonos en nuestra propia experiencia educativa, pensamos que el enfoque no favorece ni motiva la auto-disciplina. Pensamos que durante muchos años, la disciplina ha sido impuesta por los equipos directivos y los profesores sin pensar prácticamente en los alumnos. Según nuestra opinión, los profesores deberían potenciar la responsabilidad de los alumnos respecto de sus actos, y así motivar y potenciar la autodisciplina.

ii. ¿Los miembros del personal se ayudan entre ellos para infundir respeto sin llegar a enfadarse?

En algunas ocasiones sí. Pero son muchas las ocasiones en las que el propio personal del centro, pierde los papeles con los alumnos y se toman las faltas de disciplina como algo personal, sin entender ni intentar entender el por qué de ese acto de indisciplina. Por otro lado, en muchas otras ocasiones es el propio personal del centro el que no se pone de acuerdo a la hora de definir que conductas son apropiadas y cuales no. Por ello pensamos que muchas veces, no existe una ayuda entre el personal del centro.

iii. ¿El personal comparte y aúna conocimientos y habilidades para superar el descontento y el desorden?


Como hemos contestado en la anterior pregunta, pensamos que en principio sí en lo que es el planteamiento o parte teórica de cómo superar el descontento sí. Pero lo malo es que esto en muchas ocasiones, queda simplemente en las reuniones entre el personal del centro y no se traslada al día a día de la escuela. Son muchos los profesores, que si que aúnan conocimientos, habilidades o estrategias, pero también es cierto que muchos otros profesores piensan que su método es el mejor y actúan un poco a su manera sin tener en cuenta los consejos de los otros profesores.

iv. ¿Son consistentes y explícitas las normas de comportamiento del aula?

Depende mucho del profesor que de las clases dentro del aula. Algunos profesores pasan por alto conductas, comportamientos o normas, que para otros son intolerables, Por ello en nuestra opinión, pensamos que todo el equipo docente debería aunar criterios y trabajar todos en la misma dirección. Ello exige que todos los profesores, tanto los más “blandos” como los más severos, den un poco su brazo a torcer y concreten cuáles deben ser las normas a seguir dentro del aula.

v. ¿Se involucra a los estudiantes para que ayuden a resolver las dificultades del aula?

A lo largo de toda nuestra experiencia educativa, hemos comprobado que este aspecto solo se cumple en los papeles. Involucrar a los alumnos a resolver las dificultades en el aula, en la mayoría de las ocasiones, no ha pasado de ser una mera intención o un simple propósito. Si bien cabe decir que en algunas ocasiones, si hemos comprobado que se ha intentado involucrar a los alumnos en la resolución de las dificultades en el aula, pero también hemos comprobado que no ha sido de la mejor manera, puesto que los alumnos no se han involucrado lo suficiente.

vi. ¿Se involucra al alumnado en la formulación de las normas de comportamiento del aula?

Durante toda la experiencia educativa de los alumnos del grupo, sólo uno de ellos recuerda que en un curso, un profesor al principio de este se sentó con todos los alumnos y entre todos redactaron las normas de comportamiento dentro del aula. Por ello, hemos llegado a la conclusión, de que no ha sido una práctica habitual dentro de las aulas al menos durante nuestra experiencia educativa.

vii. ¿Se consulta al alumnado sobre cómo se puede mejorar el clima social del aula?

Buena parte de las veces no se consulta a los alumnos (sobre todo en la ESO y Bachillerato), ya que en Primaria los alumnos no suelen tener capacidad para tratar estos temas.
En cambio, en la FP o en la universidad sí es más frecuente esto, ya que las personas que componen estos ciclos, son más maduras y es posible tratar estos temas en el caso de que se estuviese en una clase conflictiva.


viii. ¿Se consulta a los estudiantes sobre cómo se puede mejorar la atención para aprender?


En este caso, tampoco es habitual preguntar al alumnado, dado que los docentes se supone que han aprendido técnicas para mejorar la atención, aunque si no, acaban recurriendo a otros compañeros o a especialistas.
Sólo en edades más avanzadas (universidad o FP), se consultan (y no siempre) estas cosas, pero más que nada por ver cómo han sido esas técnicas de aprendizaje en edades tempranas o, en una pequeña parte de los casos, para mejorar este apartado si fuese necesario debido a que los alumnos se hubiesen quejado (esto último lo decimos por experiencia propia).

ix. Si hay más de un adulto en el aula, ¿comparten las responsabilidades para que el manejo de las clases sea fluido?

Dependiendo de la clase, pero en la gran mayoría ellas el segundo adulto es o un profesor en prácticas u otro profesor que se encuentra en el aula ayudando al principal, por tanto en la gran mayoría de casos siempre el profesor titular es quien controla los tiempos y el modo de actuar del ayudante y de los alumnos.
Por tanto, cabe decir que las responsabilidades recaen sobre el profesor titular.

x. ¿Hay procedimientos claros, comprendidos por los estudiantes y los docentes, para responder a los comportamientos extremos?

Si, puesto que todos los participantes de las escuelas saben de sobra que tipo de sanción pueden tener las actitudes agresivas, irrespetuosas, racistas, o denigrantes; al principio de curso en la gran parte de escuelas se reparte a los alumnos folletos en donde se detalla las normas de convivencia y las posibles sanciones ante el incumplimiento de estas normas.

xi. ¿Reconoce todo el personal que es injusto no prestar atención por igual a varones y mujeres?

Si todo el personal reconoce dicho problema, que se está dando en muchos colegios que prestan más atención al lado masculino que al femenino ya que muchos profesores siguen teniendo un pensamiento sexista y no llega a valorar a las mujeres con el respeto y el derecho que se merecen, y se debe realizar un proceso de igualdad en todas las aulas para que todos puedan alcanzar las mismas oportunidades sin encontrarse dificultades en su camino.

xii. ¿Se tienen en cuenta las diferencias culturales y del contexto al que pertenecen los estudiantes a la hora de establecer las normas de comportamiento?

Al principio de establecer las normas no se tiene en cuenta las diferencias culturales de los alumnos ya que un colegio tiene sus normas concretas y todos los alumnos se deben adaptar a ellas y los alumnos extranjeros no deben de ser diferentes, ya que en el colegio se les trata de igual forma que los demás con lo que debe tener sus mismas normas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Índice de inclusión

En este cuatrimestre hemos estudiado el índice de inclusión, es una serie de medidas en las cuales se cita el método de desarrollo de la escuela para apoyarlas hacia una escuela inclusiva. En ese documento se cita las diferencias que se tienen entre los diferentes niños de una misma edad pero por sus diferencias físicas o mentales se les considera diferentes y este índice de inclusión lo que intenta es eliminar la diferencia y tratarlos a todos los alumnos como iguales.

El trabajo lo comenzamos leyendo un texto de un niño que padecía síndrome de Down, sus padres decidieron en un primer momento tratarlo como un niño más y darle la oportunidad de ir a un colegio normal como todos los niños, pero el colegio no podían hacer frente a sus carencias psicológicas y tuvieron que inscribirle en un colegio especializado para niños con esa misma enfermedad tras la lectura de este fragmento uno se lamenta del retraso que padece actualmente la educación primaria y porque se nos tacha de diferentes cuando todos somos personas seamos del sexo que seamos, nuestra cultura e incluso nuestra discapacidad.
Después de reflexionar sobre lo leído tuvimos que hacer frente a una serie de cuestiones acerca de nuestra, opinión basándonos en lo leído, sobre las dificultades de estos niños y de otros, por sus diferencias contestando a las siguientes preguntas:
1)        Introduce la historia con tus palabras.
2)        Barreras que limitan una escuela  para todos y con todos.
3)        Como podemos conseguir ese cambio hacia una educación para todos.
4)        ¿Por qué es necesario un cambio cultural?
5)        En esta última pregunta elegiremos uno de los apartados del índice de inclusión y trabajaremos uno de los cuestionarios desde nuestro objetivo o conocimiento del sistema educativo actual o desde nuestro punto de vista de lo que hemos vivido en nuestros tiempos.
Para responder a la quinta pregunta elegimos DIMENSIÓN C Desarrollar PRÁCTICAS inclusivas
C.1 Orquestar el proceso de aprendizaje INDICADOR C.1.7. La disciplina en el aula se basa en el respeto mutuo.
Todas estas preguntas fueron contestadas en común entre todos los miembros del grupo y desde nuestra perspectiva como alumnos cuando estuvimos en esos pupitres sentados. En este cuestionario aparecían preguntas tan importantes como si los profesores se compenetraban para dar partes de sus asignaturas que estaban relacionadas o el trato desigual de los profesores o los alumnos por su cultura o por su sexo.
Después nos propusimos una propuesta de mejora porque hubo muchas cosas que hemos tenido que mejorar desde nuestro último trabajo en grupo que llego a causar problemas y discusiones entre integrantes. En este plan nos propusimos, entre otras normas respetar más el tiempo, que es uno de los puntos en donde no estuvimos muy bien.
Mediante esta forma de trabajo he visto una nueva forma de cooperar con mi grupo de una forma más amena y divertida en el que cada uno nos metemos en nuestro papel “rol” que anteriormente tuvimos que repartirlos:
Ø  Coordinador.
Ø  Ayudante de coordinador.
Ø  Secretario.
Ø  Portavoz.
Ø  Responsable de material.
Como en nuestro grupo éramos cuatro miembros, la persona que era el secretario era también a la vez el portavoz. Además pusimos una serie de normas en el grupo que todos seguimos correctamente., para una mejor convivencia.
Para continuar la actividad tuvimos que autoevaluarnos desde un punto de vista objetivo fijándonos en nuestra participación en el trabajo y esta evaluación nos hizo darnos cuenta del tiempo que perdimos en clase y que tuvimos que preparárnoslo en casa que por eso este trabajos nos ha servido de mucho y a la vez nos ha costado mucho tiempo, pero ha valido la pena, para cuando nosotros lo llevemos a la practica con nuestros alumnos en un futuro.
Para finalizar esta actividad tuvimos que realizar un mural en el que estuviesen puestas nuestras normas de grupo nuestro rol y lo que nos representaba a cada uno en nuestro grupo.


martes, 3 de mayo de 2011

ÍNDICE DE INCLUSIÓN







Durante esta parte del cuatrimestre hemos trabajado el Índice de inclusión, y a continuación expondré cuales han sido para mí los puntos más importantes de dicho índice.

En primer lugar, decir que el índice de inclusión es un conjunto de materiales para apoyar a las escuelas en su proceso de desarrollo hacia una escuela inclusiva. El Índice de inclusión es un instrumento que se utiliza como guía para apoyar a los centros escolares en el proceso de la inclusión educativa y que, además, por sus características podría actuar como promotor de una mejora escolar.


Ésta mejora vendría representada por una educación igualitaria, que no haga distinciones de raza, sexo o discapacidad. En la primera parte del trabajo tuvimos que leer un texto sobre un niño con Síndrome de Down que fue llevado por sus padres a un centro educativo normal, con su hermano, pero que tras un tiempo allí tuvo que ser trasladado a uno de educación especial por la incapacidad del centro de poder ofrecer el apoyo necesario al niño.
Aunque parezca mentira, muchos de nuestros centros son incapaces de actuar ante el problema que puede suponer la educación y formación de un niño “diferente”.
En el origen de la educación inclusiva se promovió la idea de una educación para todos, que ofreciera satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje al tiempo que desarrollara el bienestar individual y social de todas las personas dentro del sistema de educación formal.
Por lo tanto, inclusión significaría la apuesta por una escuela que acoge la diversidad general, sin exclusión alguna, ni por motivos relativos a la discriminación entre distintos tipos de necesidades, ni por motivos relativos a las posibilidades que ofrece la escuela.
La inclusión comienza aceptando las diferencias, celebrando la diversidad y promoviendo el trato equitativo de cada alumno. Desde esta postura resultan criticables, por su carácter excluyente, los modelos de integración basados en el uso de espacios y tiempos separados para el trabajo con determinados alumnos con problemas.
En mi opinión, es necesario que en las escuelas se trate a todos los alumnos en igualdad, ya que sin igualdad siempre habrá un número determinado que se sentirán menospreciados por la institución.
Se busca incrementar la participación activa (social y académica) de los alumnos y disminuir los procesos de exclusión. Una crítica frecuente a la pedagogía inclusiva se basa en el temor de que los alumnos mejor dotados quedarían atrás y no serían suficientemente estimulados por el sistema inclusivo.


Es cierto que hay una gran dificultad para que este proyecto pueda tener éxito, es necesario que todas las instituciones y desde todos los ámbitos se apoye este proyecto, que de llevarse a cabo sería un gran éxito en la educación de este país. Además, los políticos deben apoyarlo y luchar por él.


No nos podemos permitir que cada vez que gobierne un partido político distinto se modifiquen todas las leyes de educación y todos los métodos de trabajo sean tirados a la basura por otros que consideren más apropiados para sus intereses.






domingo, 1 de mayo de 2011

Indice de inclusión


En esta entrada, quiero intentar explicar lo que he aprendido a partir de una de las prácticas más interesantes que hemos realizado durante este cuatrimestre, esta es el trabajo que hemos tenido que realizar a partir del Indice de inclusión. Ha sido una práctica que ha requerido bastante trabajo y coordinación por los miembros del grupo, pero que se ha visto recompensada con una serie de aprendizajes, que nos hacen ver nuevas posibilidades a la hora de eliminar barreras en el entorno escolar.

En teoría, la escuela debe ser un elemento integrador y compensador de posibles desigualdades que se puedan dar en el ámbito social, económico, personal o familiar. Este debe ser uno de los principios de toda buena escuela, especialmente si nos referimos a la escuela pública. La tarea de la escuela, además de aportar conocimientos y valores en los niños, debe ser subsanar las posibles desigualdades que se presenten en los alumnos, siempre teniendo en cuenta las peculiaridades de estos. Todo esto debe ser un principio fundamental de toda escuela, pero encontramos muchas ocasiones, en las cuales esto no ha sido llevado a la práctica.

El indice de inclusión es un proyecto educativo muy interesante, con el que se intenta eliminar o reparar los problemas de exclusión que se pueden vivir en el entorno escolar. El indice de inclusión, intenta ofrecer a los centros educativos un ejemplo y unas directrices a la hora de tratar un tema tan complicado como es la inclusión. Estas directrices son solo eso, directrices, no son verdades inalterables y aplicables a todos los centros educativos, sino que se deben tener en cuenta todas las peculiaridades del centro y sus miembros y adaptar el indice en función de estas.

En este proyecto, se intenta que todos los alumnos tengan la posibilidad de aprovechar sus potencialidades, sean cuales sean sus característicias individuales. Cuando hablamos de todos estos temas relacionados con la inclusión en el entorno educativo, a todos nos viene la idea de personas con problemas de carácter físico o mental, y la de el niño inmigrante que se siente excluido por no estar en su cultura. Pero este proyecto va mucho más alla, intenta ofrecer a todos los alumnos las mismas posibilidades, partiendo de las diferencias existentes en cada uno de ellos. Todo esto incluye los casos anteriormente expuestos: inmigrantes, disminuidos físicos o psíquicos, alumnos con un entorno social o familiar difícil...pero también aquellos a los alumnos con altas capacidades que no ven cumplidas sus necesidades.

Para llevar a cabo este proyecto, hace falta que todos los miembros de la comunidad educativa (equipo docente, personal del centro, equipo directivo, alumnos, ampas...etc) remen todos en la misma dirección y participen de él. Para ello, los encargados de encabezar la puesta en marcha de este proyecto, deben estar preparados para cotnar con la opinión del todo el mundo sea cual sea, y motivar a todos los miembros de la comunidad educativa a llevarlo a cabo.

Pero de nada serviría llevar a cabo proyectos como este, sino son apoyados desde todos los ámbitos sociales. Por ello, se hace necesario que se incrementen las políticas de carácter inclusivo, que refuercen las bases sociales para después llevar a cabo proyectos de este tipo. Por lo tanto parece necesario un cambio en cuanto a la mentalidad de la sociedad en general, para hacer más habituales proyectos como este que favorecen la eliminación de unas barreras, que en muchas ocasiones son más producto de los prejuicios impuestos socialmente, que de las verdaderas dificultades en sí.